¿Quién es la Santa Muerte?

¿Por qué le tememos a la Santa Muerte? ¿En realidad sabemos quién es? Te platicamos sobre ella para que la conozcas un poco más... .

Fue en Tepito. Mi primer contacto con la Santa Muerte fue justo en la calle Alfarería. Ahí, frente al estacionamiento donde papá deja el auto cada que visitamos el Barrio Bravo, se encuentra uno de los altares más importantes dedicados a la Santa Muerte. No. No es miedo el que le tengo, es respeto, como a cualquier otra santa.

Pero, ¿por qué le tememos tanto si en Día de Muertos nos reímos con ella? ¿Por qué no la consideramos con un santo más? ¿Sabemos quién es? ¿De dónde viene? Muchas son las preguntas que quizá nos hacemos cada que vemos una imagen de la Santa Muerte, así que hoy nos decidimos a investigar y contestar algunas de ellas.

El altar a la Santa Muerte en Tepito es uno de los más visitados en la Ciudad de México.

¿Quién es la Santa Muerte?

 Muchos aluden a que más que una santa, es una figura popular de adoración mexicana. Algunos más, aseguran que es una figura relacionada con la parte "mala" de lo que es la muerte en sí, por lo que no es aceptada o bien vista por el catolicismo o por el cristianismo, pues la consideran diabólica.

La Santa Muerte es "quizá no como cualquier otra Santa, pero tampoco es para que se le satanice como muchos hacen. Hay verla como una Santa a la que se sigue como a cualquier otra, a la que se le pide como a cualquier otra, ya que cada quien se haga demasiado aficionado, es cuestión de cada quien".

Muchos dicen que tiene un origen en el sincretismo, es decir, en la unión de dos creencias totalmente opuestas. Y sí, Mario dice que así es: "tiene distintos elementos que la componen. Unos están relacionados con los antepasados aztecas, es más, hasta con los mayas. Otros elementos están relacionados con la Iglesia Católica, aunque no lo quieran aceptar".

La Santa Muerte poco a poco va ganando más fieles en México.  

¿Tiene un origen prehispánico? 

Hace unos años, dentro de un análisis sobre el culto a la Santa Muerte, realizado por el Museo de Antropología, se reveló que "uno de los pueblos antiguos más devotos a esta deidad fueron los aztecas, que llevaron al límite la adoración a la muerte. Comenzaron a representar a la vida y la muerte en figuras humanas descarnadas por la mitad. Estas imágenes simbolizaron la dualidad entre lo vivo y lo muerto".

Se dice que la Santa Muerte está muy relacionada con los aztecas. (Ilustración La Santa Muerte)

¿Cuáles son los simbolismos que rodean a la Santa Muerte?

Uno de los conceptos que más se manejan alrededor de la Santa Muerte es el sincretismo, que es aquella tendencia de juntar dos pensamientos contrarios. En el caso de la Santa Muerte, muchos dicen que es el catolicismo y los elementos de adoración prehispánica hacia la muerte, los que se unen.

Entre los simbolismos que se encuentran en la Santa Muerte están la túnica negra, aunque también muchos la visten de color blanco; la guadaña, que para muchos representa justicia; el mundo, es decir, que la podemos encontrar en todos lados (o ella a nosotros) y la balanza, en alusión a la equidad.

Quienes son fieles de la Santa Muerte muchas veces son discriminados.

¿Quiénes adoran a la Santa Muerte? 

Respecto a esta creencia de que sólo la adoran personas que han tenido que ver con crímenes, Mario comenta a Cultura Colectiva News que esto es falso. "Cualquiera que tenga la necesidad de aferrarse a algo, cree en ella y no sólo en ella, en cualquier santo. Muchos piensan que todos aquellos que rechaza la Iglesia Católica son los que veneran a la Santa Muerte, como los homosexuales, los alcohólicos o los drogadictos o asesinos y no es cierto, cualquiera se puede aferrar a ella", sentencia Mario.

En México, el día que sus fieles creyentes tienen para celebrarla es el 15 de agosto, aunque muchos otros también lo hacen el 1 de noviembre. Nuestro país cuenta aproximadamente con dos millones de creyentes y el culto que le profesan cada día es mayor, pese a que distintas religiones rechazan como válido el creer en ella, pero dijeran por ahí: vive y deja vivir.